Eran las 21:00h. de la noche cuando llegamos a Logroño, capital de la Comunidad Autónoma de La Rioja. Fue un día muy largo, pero no me arrepiento en absoluto.
Esa mañana desayunamos en Pau, Francia. El día anterior estuvimos viendo como se ponía el sol tras los Pirineos Atlánticos, desde el Boulevard des Pyrénées. Después callejeamos por la ciudad hasta llegar a la Iglesia de Saint Martín y el Castillo de Pau.
Para redondear el día cenamos en un bistró familiar unas crepes riquísimas:
7 COMIDAS TÍPICAS DE 5 PAÍSES EUROPEOS
Al día siguiente, nos deleitamos viendo las curiosidades de un mercadillo que se encontraba cerca del hotel.
Entramos a la Iglesia de Saint Martin y nos despedimos de esta preciosa ciudad ubicada a los pies de los Pirineos.
Continuamos nuestra aventura dirección Lourdes. Allí pasamos la mayor parte de la mañana; entramos al santuario, contemplamos el castillo que allí se encuentra desde lo más alto del santuario, respiramos aire puro de las montañas y bajamos hasta la gruta de Massabielle, junto al río Gave de Pau.
Llegó la hora de irnos. Teníamos que comer y reponer fuerzas para el camino de vuelta. Sin embargo, hicimos alguna que otra parada más antes de llegar a Logroño: Bayona y Biarritz.
No nos dio tiempo a detenernos demasiado pero pudimos entrar en la preciosa Iglesia de Sainte Marie, entrar en algunas tiendas de productos típicos y tomar un café cerca del río Adur (Bayona).
Llegamos a Biarritz al atardecer. Sin pensarlo dos veces tomé un desvió que nos llevó hasta un mirador con vistas a la playa.
Esta fue la última parada que hicimos en Francia.
Aún nos quedaban 2 horas de camino por delante hasta Logroño. Calculamos que llegaríamos sobre las 21:00h. de la noche, y así fue. El cansancio empezaba a acusarse pero todavía quedaban ganas para continuar y empezar a descubrir la capital riojana.
Nuestro hotel se encontraba al lado de la Concatedral de Santa María de la Redonda (S. XVI), en pleno casco antiguo logroñés. Después de dejar las mochilas en el hotel lo que realmente nos interesaba era encontrar la famosa Calle del Laurel.
Era un día de diario y las calles estaban vacías, algo que cambió cuando llegamos a esta famosa calle llena de vida. Es el lugar perfecto para salir de tapeo.
Caminamos un poco más antes de volver al hotel para descansar. Acabamos en la Plaza del Espolón, donde se encuentra el Monumento a Espartero.
A la mañana siguiente desayunamos muy cerca de la Plaza del Espolón.
Llegó el momento de dejar Logroño, pero no sin antes entrar en la Concatedral y comprar unos dulces en la misma plaza.
«Este templo fue declarado monumento nacional en 1931»
Y qué mejor lugar que Soria para despedirnos de este road trip tan completo. Años atrás estuve en la Ciudad de los Poetas, y volver de nuevo a pasear por sus calles me hizo recordar aquella escapada:
SORIA, CIUDAD DE LOS POETAS | QUÉ VISITAR EN 2 DÍAS
COMPLETA LA VISITA
PAMPLONA | VISITA NOCTURNA POR EL CASCO ANTIGUO. QUÉ SE PUEDE VISITAR EN UN DÍA
Donde Finaliza el Norte 