SIGÜENZA | NOCHE EN EL PARADOR, HISTORIA E ITINERARIO PROPUESTO

“Imaginad una noche cualquiera, durmiendo rodeados de grandes muros de piedra que una vez, acogieron a reyes y obispos. Y, que cada noche, un obispo despechado o una reina repudiada deambulan por las estancias del Castillo … “

Así anunciábamos la escapada a Sigüenza, el pasado 29 de Enero.
Reunir a la familia era el objetivo y, que mejor sitio que en el Castillo y Parador de Sigüenza. No era la primera vez que visitábamos la “Ciudad de los Cien Obispos” pero, ya era hora de darnos el gusto de pasar una noche entre los muros de aquella auténtica fortaleza.

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Segontia (Sigüenza) fue una de las poblaciones más notables en tiempos de los celtíberos, rápidamente habitada por los arévacos (pueblos prerromanos de la familia de los celtíberos) antes de la conquista romana y reconstruida por los visigodos tras las invasiones bárbaras. Fue ocupada por los árabes, aunque estos últimos no dejaron especialmente gran legado aquí pero, si la imponente Alcazaba en el solar que ocupa el Castillo.

Don Bernardo de Agen, fue el primer obispo de Sigüenza, nombrado por Doña Urraca I de León , reina de León y de Castilla en el 1121. Esta le encomendó la misión de conquistar Sigüenza, ya que, estaba a manos de los árabes.

Lo conseguiría en 1124.

Después de la conquista, Don Bernardo de Agen, puso fecha para celebrar su diócesis y, se puso en marcha la construcción de la imponente catedral y del majestuoso castillo que hoy conocemos. Doña Urraca y su hijo Alfonso VII (que constituían el señorío de nueva sede episcopal), asignaron numerosos privilegios al obispo por sus logros.

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Son muchos los sucesos históricos que han tenido lugar en Sigüenza, como puede ser la vida del Doncel de Sigüenza (ver publicación) o la triste vida de Doña Blanca de Borbón.

Doña Blanca de Borbón, sobrina de Carlos V, rey de Francia y nieta del Rey San Luis , fue desposada con el Rey de Castilla y León, Don Pedro I (apodado “el Cruel”).
Parece ser que, mal aconsejado, Don Pedro I, repudió a Doña Blanca a los pocos días su casamiento para marcharse con su amante María de Padilla. Y, a partir de ese momento, comenzó el calvario de Doña Blanca.

Doña Blanca, habitó en el castillo durante cuatro años rodeada de caballeros que la escoltaron en su destierro.

Dice la leyenda, que estuvo prisionera en una de las torres del castillo, en una celda real, la cual, es visitable.

La visita a la supuesta celda la realiza el mismo parador. Si vais un sábado, la visita es a las 17:00 h. de la tarde y cuesta 5 euros.

Doña Blanca residió en el castillo pero, por falta de documentación, no se sabe si ocupó alguna estancia del mismo. Estuvo cuatro años desterrada , no prisionera, vigilada por unos caballeros y otras personalidades de alto rango. Por lo que se cuenta, tuvieron un trato cordial con Doña Blanca. Por otra lado, el Papa Inocencio VI, la protegió e intentó que liberasen a la reina.

Terminaron por alejar Doña Blanca de la frontera aragonesa para no engrosar más las hostilidades que ya había entre ambos reinos. Se la llevaron a Jerez y más tarde, a Medina Sidonia en Cádiz, donde murió en 1361 posiblemente envenenada por Don Pedro I y no de un ballestero, como también se cuenta.

En cuanto al misterio sobre el fantasma que deambula por las estancias del castillo, está entre la reina Doña Blanca de Borbón y el primer obispo de Sigüenza, Don Bernardo.

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Haya o no fantasma, ha sido toda una experiencia poder amanecer dentro de un castillo-palacete, donde han sucedido tantos acontecimientos. Pasear bien abrigados por las frías calles, ver la catedral iluminada por la noche, disfrutar de las terracitas y tiendas típicas medievales o deleitarnos con las vistas desde uno de los miradores.
Tuvimos suerte por que además, nos hizo un día soleado que permitió que pudiésemos visitar Sigüenza en todo su esplendor.

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