Mirar por la ventana y contemplar el paisaje, ver un ratito una película, leer, hacer crucigramas, echarse una cabezada… viajar en tren es lo que tiene, que desconectas del todo.
Y es justo eso lo que quería hacer en esta escapada: desconectar del todo y de todo.
Por otro lado, y teniendo en cuenta que de Madrid a las Rías Baixas son 8 horas en coche, decidí que lo mejor sería ir en tren.
Lo que más me apetecía era conocer otra isla del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia y, Pontevedra, fue mi punto de partida.
«Letras típicas de la ciudad en la praza de Ourense»
Si queréis visitar el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia os recomiendo la lectura del siguiente post que realicé para Anaya Touring .
Además de animaros a visitar las islas, os cuento que hacer previamente antes de comprar el billete en la naviera, hablo sobre algunas rutas que se pueden realizar, etc.
Un aperitivo antes de mostraros la publicación completa en la weblog 🙂
Publicación: LAS ISLAS PARADISIACAS DE GALICIA
Aproveché muy bien el tiempo. Visité todo lo que pude de la ciudad (o lo que me pareció más interesante): conocí el barrio alto, bajé a la ría, visité el museo provincial y los monumentos mas importantes, disfruté de un café en el corazón del casco antiguo… hasta me relajé haciendo crucigramas en el precioso Paseo de las Palmeras (jardines Vicenti).
«Jardines Vicenti»
El primer día, lo dediqué a visitar los monumentos y plazas del casco antiguo (fue ahí cuando me di cuenta que en un día se podía ver la ciudad). El segundo día, tenía planificada una escapada a la isla de Ons, y el último lo dediqué a pasear por los jardines de la ciudad, bajar al río para ver el Puente del Burgo (siglo XII), además de comprar una tarta de Santiago (que me encanta) y algunos dulces para el camino.
«Puente del Burgo sobre el río Lérez»
El centro histórico de Pontevedra está declarado Conjunto Histórico – Artístico en 1951, por eso comenzar la visita en la praza da Ferrería, es un acierto. Podría decirse que es en centro neurálgico de la ciudad.
Frente a dicha plaza están los jardines de Sampedro y justo detrás, el Convento de San Francisco de estilo gótico tardío (siglos XIII y XIV), declarado Bien de Interés Cultural en 1896. Sin duda, es una parada obligatoria (y la entrada es gratuita).
«Convento de San Francisco»
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«Interior de la Iglesia de San Francisco»
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«Jardines de Sampedro y praza da Ferrería»
En la praza de Ourense se encuentran las letras típicas de la ciudad y la pastelería Acuña. Es pequeñita pero muy cuca. Aquí te puedes tomar un café con un trozo de tarta mientras contemplas el precioso Santuario de la Virgen Peregrina (siglo XIX), ubicada en la praza da Peregrina.
«Santuario de la Virgen Peregrina»
Esta iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural en 1982. Tiene forma de concha de vieira y es una parada clave del camino Portugués. Según la tradición, la Virgen guía a los peregrinos desde Baiona hasta Santiago.
La Virgen Peregrina es la patrona de la ciudad.
A tan solo 5 minutos (bajando por la Rúa Michelena), se llega hasta la Praza de España donde se encuentra uno de los monumentos que más ganas tenía de visitar: las ruinas del Convento de Santo Domingo. En realidad son los restos de la iglesia gótica del antiguo convento, construido por los dominicos en el siglo XIII.
Es una pena que se haya perdido tanto de este emblemático edificio. En las distintas estancias se pueden ver sarcófagos, sepulturas y escudos heráldicos.
«Ruinas del Convento de Santo Domingo»
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«Ejemplo de sepulcro del interior del convento»
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«Una de las pocas estancias que quedan en el interior del Convento»
Junto al convento se encuentra el Pazo de la Diputación Provincial, la alameda y el monumento a los Héroes de Pontevedra.
«Pazo de la Diputación Provincial»
Otro monumento que merece una visita es la Basílica de Santa María la Mayor, erigida a finales de los siglos XV y XVI. Según dicen, es una de las iglesias más bellas de Galicia (arquitectura renacentista gallega) y está declarada Bien de Interés Cultural en 1931.
«Fachada principal de la Basílica de Santa María la Mayor»
El camino hasta llegar a la basílica es muy agradable, y tengo que decir qué tanto su plaza como el entorno me transmitió mucha paz y tranquilidad.
«Praza de Alonso de Fonseca y Basílica de Santa María la Mayor»
También es muy habitual encontrarse con cruceiros en mitad de una calle a modo de pequeña plaza.
«Cruceiro da Praza das Cinco Ruas, a pocos metros de llegar a la basílica»
Otras plazas muy concurridas son la praza do Teucro y la praza da Leña donde se puede parar a tomar el aperitivo, junto con la praza da Ferrería.
Y, muy cerca del museo provincial sé encuentra la Iglesia de San Bartolomé o Novo, de estilo barroco e influencia italiana.
«Iglesia de San Bartolomé o Novo»
En la próxima publicación os contaré cómo fue mi día en la isla de Ons, la ruta circular que realicé a la isla, los miradores más impresionantes, algunas playas… vamos ¡que me dan ganas de volver! 😛
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