Me voy a centrar en los días que comimos a mesa puesta abandonando nuestro habitual sistema de ahorro «Low Cost», que consistía en localizar los establecimientos donde se prepara comida para llevar y, comer a un precio asequible.
Como podéis ver en la imagen, el desayuno es bastante completo: croissant de mantequilla típico (croissant brioché) en Oporto, pan tostado, un bollo enrollado azucarado tradicional, queso y jamón cocido, zumo y café con leche.
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En una ocasión cenamos en la Plaza da Ribeira, (Oporto) a orillas del Duero. Contemplamos el puente Don Luís de noche, todo iluminado, tapadas con unas mantas que ofrecían en el mismo restaurante y, por si fuera poco, junto a unas estufas.
«Plaza da Ribeira»
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En está conocida plaza probamos nuestra primera «francesinha» o “francesiña” (“francesita» en portugués). Es una especie de sándwich de jamón, queso, salchicha, filete de ternera y huevo (en algunos platos con salsa picante a base de tomate y cerveza), acompañado con patatas fritas. El menú ronda los 8€, que no está nada mal.
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Otra de las paradas que hicimos para comer a mesa puesta, fue en Aveiro. Allí se pueden encontrar menús por 5 € / 6 € cerca de la ría.
El plato típico a destacar (originario del norte de Portugal) es la sopa de Verduras o “Caldo Verde” que se suele servir en cuencos de barro (tigelas).
Este es el plato principal de la comida o de la cena debido a su ligereza (e incluso lo toman en el desayuno).
La sopa de pollo y el caldo verde son los platos típicos de la región Norte de Portugal.